LO QUE ME GENERÓ LA “SINFONÍA BEETHOVEN N°5 "– LEONARD BERSTEIN
Te invito primero a visualizar el vídeo para que puedas compartir conmigo mi análisis
Durante la observación y
apreciación de esta puesta musical he experimentado distintos sentimientos; en
las siguientes líneas mencionaré cada uno de estos, especificando la variedad de instrumentos que destaco para que me hayan conllevado a experimentar las mencionadas sensaciones.
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Triunfalismo:
En los inicios, ya me genera como un primer impacto el triunfalismo. Los
participantes más destacados, a mi parecer, son la trompeta y el trombón. La
primera en mención, realiza notas agudas que provoca ese sentir triunfal;
además, el trombón, con su estilo grave, hace que esta sensación de
triunfalismo no sea excesiva, me permite “aterrizar” mi emoción pero de manera segura.
Aquí vamos con la segunda emoción identificada.
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Seguridad:
Ya mencioné que el trombón me genera seguridad con sus notas potentes y graves,
pero los instrumentos que también me da esta sensación son el corno francés, la
flauta y el oboe. Esta complementariedad hace que recuerde momentos de mi
vida que considero exitosos, este último punto es interesante, al escuchar
esta sinfonía no solo imagino algún espacio (como un paisaje de campo) que me
transmita todas estas emociones, sino también momentos de mi vida que genere
estas sensaciones.
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Felicidad
y Júbilo: Estas emociones están constantes durante toda la sinfonía, notas
que los instrumentos generan, abordan y expulsan tonos acompañados con una
sensación de entusiasmo. Acá diría que uno de los instrumentos más
sobresalientes son los violines, como es propio, sus notas y ritmo desembocan
sentimientos relacionados a la felicidad y el júbilo.
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Ternura: La
parte donde intervienen principalmente la flauta y el oboe con un tono lento y
armonioso, me causa ternura, lo asocio con niños que corren y juegan, una
imagen infantil. Curiosamente a mí de niño me hacían comprar una flauta de
plástico para el curso de arte, nunca lo utilizamos pero estaba ahí.
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Duda:
En una sección donde intervienen el violonchelo y el trompón, me da la
sensación de la duda, me siento dudoso, pero es una incertidumbre reflexiva; es esa duda que te impulsa a tomar decisiones
más asertivas.
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Amor:
Este sentimiento también lo siento presente a lo largo de la sinfonía, pero es
un amor introspectivo, hacia lo más profundo del ser, a mis ideas, a mis
convicciones. Acá no tengo preferencia por ningún instrumento en particular.
Cada uno de estos me demuestra algo de mí.
Principalmente estas son las
emociones que me desencadena esta sinfonía, algo que debo agregar es que a lo
largo de la exposición musical me veía a mí, ya sea en un espacio imaginario o
acontecimientos de mi pasado, todo relacionado conmigo.
Por otro lado, me impresiona lo
que puede generar la música en el interior de uno. Pude conocer una frase que
justamente lo menciona el gran Ludwig Van Beethoven: “la música constituye una
revelación más alta que ninguna filosofía”. El ser y la teoría de las ideas
(Teoría introspectiva) de Platón es una de las temáticas filosóficas más
antiguas que reencarnan en uno cuando esta sinfonía comienza a expresarse,
generando en uno distintas emociones que surgen de los más profundo del ser.
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