INOCENCIA EN LA CANDELARIA


NIÑA MARÍA
Alonso Arias Loayza


Nos encontramos en la semana festiva a la Virgen de la Candelaria, como todos los años, las primeras semanas de febrero se celebra este acontecimiento, que además es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, declarado por la UNESCO en el 2014.

El año 2017, tuve la oportunidad de presenciar esta hermosa festividad; como se conoce, esta celebración de la Candelaria es una expresión cultural y religiosa, algunos historiadores la definen como "Mágico-Religiosa", por los misticismos y leyendas que conlleva todo este acontecimientos. 

Uno de los elementos, en el que gira todo, son las danzas, sobre todo, hay mucha más expectativa por la categoría de Danzas de Luces. Yo me uno al grupo, el Caporal, la Diablada, Tinkus, Morenada, entre otros, transmiten toda esa esencia y relación entre lo mágico y lo religioso. Además de las expresiones híbridas culturales mostradas entre las distintas danzas.

Por otro lado, y aquí voy con el tema central de este texto, me pareció increíble cómo se cultiva esta tradición en los niños y niñas. Toda esta festividad es una expresión, porque parte de demostrar un sentimiento, reflejado en una acción (la danza), que brinda un carácter (alegría, agotamiento), y es este carácter que engloba el concepto de identidad. No solo es un momento de disfrute y goce para los ciudadanos de Puno, la Festividad de la Virgen de la Candelaria es parte de su identidad, de su existencia; y eso buscan transmitirle a sus niños y niñas.

CONGELADOS
Alonso Arias Loayza


Ahora he lanzado un pequeño álbum titulado "GOTAS MARIANAS", donde busco mostrar justamente este compromiso y devoción que se instaura en los menores de la ciudad de Puno. En la obra CONGELADOS, uno puede pensar "Pobres niños, están que se mueren de calor", "¡Qué madre para más desconsiderada", pero les comento que ninguno de los dos niños dio queja alguna, o se escuchó un "¿A qué hora nos vamos". Ambos menores estaban dispuestos a seguir con mucho orgullo el pasacalle de la Candelaria; definitivamente estaban cansados y con calor, pero su entrega por la danza y por la festividad fue más.

HERENCIA
Alonso Arias Loayza
Diría que es una HERENCIA muy constituida de generación en generación, los padres apoyan esta causa, y acompañan a sus hijos celebrando en familia y en comunidad. Es inevitable no conmoverse al ver a estos niños entregarlo todo, las personas los aplauden y los apoyan ya sea mojándolos o brindándoles botellas con agua. 

JEAN PABLO
Alonso Arias Loayza


Pasando a otro punto, existe dentro de ese contexto una independencia infantil, los menores de por sí, desfilan solos, muchos de ellos se acomodan su propios vestuario y se preocupan porque no se dañe. Se hidratan, y sobre todo conocen bien la estructura de la tradicional fiesta, ellos ya saben qué deben hacer.

Alonso Arias Loayza


La Festividad de la Virgen de la Candelaria permite conocer la cultura de un pueblo puneño, quienes demuestran al mundo su pasado, presente y futuro.


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